CREENCIAS Y HÁBITOS LIMITANTES
Hugo Betancur
Nuestros sistemas de creencias, un
conjunto de informaciones que hemos adoptado como propias, nos restringen a
comportamientos y posiciones ante la vida muy esclavizantes, rutinarios y
repetitivos.
Nuestra adhesión a esos datos y
pautas que utilizamos como referencias o como molde para nuestras acciones y
decisiones nos muestra previsibles y monótonos.
El resultado anímico de esta sujeción
a patrones de comportamiento familiares, grupales o sociales limita nuestra
creatividad y nos lleva al conformismo. Nos rehusamos a asumir nuestra
autonomía y nuestra creatividad y nos “refugiamos” en la aparente
seguridad de un ideario compartido con colectividades o masas de seres humanos.
Es posible que al acogernos a esas
instrucciones y creencias estandarizadas ignoremos o desdeñemos los
sentimientos y emociones más armoniosos con nuestras propias vidas, lo
que nos lleva a sentirnos fatigados, frustrados, insatisfechos.
Thich Nhat Hanh, monje vietnamita exilado
en occidente, ha denominado como “energía del hábito” a las acciones derivadas
de esa sujeción mental.
Hugo Betancur (Colombia)
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ENERGIA DEL HABITO
Thich Nhat Hanh escribio:
« “Vasana” es una palabra
sánscrita que significa “energía del hábito”. Cada uno de nosotros tiene en él
las energías del hábito y ellas nos obligan a hacer las cosas que no queremos
hacer; nos obligan a decir las cosas que no queremos decir y que provocaron
mucho daño, en nosotros mismos, en otras personas y en nuestras relaciones.
Vuestra inteligencia está lo bastante
desarrollada como para deciros que, si hacéis esto, crearéis sufrimiento; si
decís esto, crearéis sufrimiento, y a pesar de todo, lo hacéis, lo decís.
Después de haberlo hecho o dicho, el mal queda hecho y lo lamentáis. Os golpeáis
el pecho, os arrancáis los cabellos, decís: “La próxima vez, no haré ni diré
nada parecido”. Sois muy honestos, sois muy sinceros. Pero la próxima vez,
cuando la situación se presente, volveréis a hacer lo mismo, volveréis a decir
lo mismo; y esto es la energía del hábito. Esta energía del hábito puede
haberos sido transmitida por vuestros padres o ancestros, y es por esto que la
respiración en plena consciencia os ayuda a reconocer esta energía cuando os
invade.
Es muy importante. No hay que combatir
esta energía del hábito; es suficiente reconocerla como a ella misma y
sonreírla. Así está muy bien: “Hola, mi energía del hábito, sé que estás ahí,
no me puedes hacer nada”. Y le sonreís y entonces sois libres. Es una
protección maravillosa y es por esto que digo que la plena consciencia es la
energía de Dios, la energía del Buda que nos protege. Cada día, practicamos un
poco de caminar en plena consciencia, de respiración en plena consciencia y
tenemos esta energía para nosotros, esta energía que nos protege. Es muy
importante.
Cuando la energía del hábito comienza
a manifestarse, continuad simplemente respirando, reconocedla y decid: “Hola,
mi energía del hábito, sé que estás ahí. Soy libre. No vas a obligarme a hacer
lo que no quiero hacer. No vas a obligarme a decir lo que no quiero decir.” Y
ahora reaccionáis de manera diferente. Creáis una buena “energía del hábito”
para reemplazar la mala energía del hábito y nuestra relación con la o las
otras personas es muy importante para nuestra felicidad.
A veces somos desconsiderados a causa
de la energía del hábito. Deberíamos tratarnos con mucho respeto, mucha ternura
y compasión. Es muy importante tratar a nuestro cuerpo con el más grande
respeto, con comprensión, con compasión. Si sabéis cómo tratar vuestro cuerpo y
vuestros sentimientos con tal respeto, seréis también capaces de tratar a otra
persona con el mismo respeto y es de esta manera que construiremos la paz.
Creamos la libertad y la liberación y la felicidad en el mundo y cada uno de
nosotros puede hacerlo. Esto no exige más que un pequeño entrenamiento y, si
tenéis un amigo que conozca la práctica, tenéis muchas oportunidades de
sosteneros mutuamente, cultivando, cada vez más, esta energía llamada plena
consciencia, caminar en plena consciencia, respirar en plena consciencia, comer
en plena consciencia. »
« “Sabemos que una emoción no es
más que una emoción. Llega y permanece un momento y después deberá partir, como
una tempestad. Una tempestad llega, queda un momento y deberá partir”
No debemos morir a causa de una
emoción, nosotros somos verdaderamente más grandes que una emoción,
verdaderamente, más. Entonces, cuando sintáis que la emoción va a manifestarse,
que llega, es muy importante que os instaléis en una posición sentada, una
posición bien estable, como yo estoy ahora.
Incluso podéis acostaros, es también
una posición muy estable, y dirigís vuestra atención a vuestro vientre y estáis
atentos a sentir vuestro vientre elevarse y descender. Respiráis profundamente
y concentráis toda vuestra atención a sentir vuestro vientre elevarse y
descender. En posición de loto, como yo estoy, yo diría que el nivel de mi
cabeza es el remate del árbol. No me quedaré aquí, desplazaré mi atención hacia
abajo, hacia el tronco del árbol que está justo debajo del ombligo.
Sabéis que es peligroso quedarse en
el ojo de la tempestad. El ojo de la tempestad está en la cabeza, entonces
descended hasta debajo del nivel del ombligo y comenzad a practicar la
respiración en plena conciencia, inspirad y espirad profundamente y concentrad
toda vuestra atención sobre vuestro abdomen que se eleva y desciende.
Podéis practicar así durante diez,
quince o veinte minutos y veréis que estáis fuertes, lo bastante fuertes para
resistir a la tempestad. En la posición sentada o acostada, engancharos a
vuestra respiración como una persona se engancha a su chaleco salvavidas en la
mitad del océano y os daréis cuenta que sois lo bastante fuertes para resistir
a la emoción y un poco más tarde esta emoción partirá. Durante este momento de
respiración, podéis observar que una emoción no es más que una emoción y que
vosotros sois mucho, mucho más que una emoción.
Una emoción es algo impermanente,
viene, permanece un momento y se irá. Estaréis asombrados al constatar que sois
capaces de resistir a una emoción sólo practicando la respiración en la plena
consciencia y concentrándoos en el movimiento de vuestro abdomen que se eleva y
desciende.
Practicad diez minutos por día y
cuando la emoción llegue, recordaréis la práctica de forma natural y si una vez
os llega una emoción, tendréis confianza en la práctica.
Pienso siempre que la energía de la
plena conciencia es la energía del Buda, la energía de Dios, que puede
protegernos en todo instante y que está en nosotros, en nuestro interior. Cada
vez que tocáis la simiente de la plena consciencia y que practicáis la
respiración consciente, esta energía está allí para protegeros. Ella nos ayuda
a no decir o a no hacer las cosas que no queremos decir ni hacer».
Extracto de libro “El arte de dominar una tempestad” por Thich Nhat Hanh
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Libros
de Thich Nhat Hanh para descargar sin costo:
LAS PRÁCTICAS DIARIAS DEL MINDFULNESS
LA IRA, EL DOMINIO DEL FUEGO INTERIOR
EL CORAZÓN DE LAS ENSEÑANZAS DE BUDA
SER PAZ, EL CORAZÓN DE LA COMPRENSIÓN
CURARSE POR MEDIO DEL DESCANSO
VERSOS PARA VIVIR CON ATENCIÓN
“EN EL AHORA”. Meditaciones sobre el tiempo:
https://budismolibre.org/docs/libros_budistas/Thich_Nhat_Hanh_En_el_ahora.pdf
“LA PAZ ESTÁ EN TU INTERIOR”:
_https://budismolibre.org/docs/libros_budistas/Thich_Nhat_Hanh_La_Paz_esta_en_tu_interior.pdf
“MIEDO”:
https://budismolibre.org/docs/libros_budistas/Thich_Nhat_Hanh_Miedo.pdf
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