viernes, 3 de febrero de 2012

La mente, ¿está en el cerebro?

                                        Cúpula de Basílica de San Pedro, interior. Fotografía por Diana Valderrama.  


LA MENTE, ¿ESTÁ EN EL CEREBRO?

 

La mente humana ha sido tomada como sinónimo del cerebro humano. Todas las afirmaciones concluyentes corresponden a las ciencias organicistas o materialistas que describen el cerebro neuronal o cerebro físico como un inmenso depósito de psiquis, memoria, sentimientos, emociones y tendencias.

Bajo esa concepción netamente corpórea, el objetivo primordial de la llamada farmacoterapia en la psiquiatría moderna ha consistido en suprimir las manifestaciones de sus pacientes utilizando drogas que bloquean o inactivan áreas del cerebro. Los mecanismos de acción bioquímicos producidos por esas sustancias en el cuerpo tienen un efecto transitorio controlador útil; sin embargo, es algo así como amarrar o encarcelar a una persona hostil para que no salga a desafiar a otros, armar broncas contra ellos y agredirlos (al aislarlo de los demás con medidas forzosas se le impide ejercer su violencia; lo que hacen los fármacos administrados, que pueden producir sopor en los pacientes o un embotamiento que los obliga a permanecer pasivos, planos, quietos).

Queda faltando por resolver su situación perturbada y perturbadora accediendo a las causas y removiéndolas o resolviéndolas, lo que no hace la psiquiatría. La educación que han recibido estos profesionales psiquiatras contempla que lo que diagnostican como enfermedad de la mente está en el cuerpo, y más concisamente en el cerebro neuronal. La existencia del alma en cada uno y de unos procesos psíquicos mentales no neuronales es considerada como una fantasía o una utopía por muchos especialistas médicos. ¿Cómo explicar o compartir algo tan sutil y no ubicable en el cuerpo a las personas entrenadas académicamente que lo rechazan o que no tienen interés en aprender sobre ello?

Cuando los pacientes con perturbaciones mentales  logran acceder a un estado hipnótico -si están en capacidad de seguir las instrucciones pertinentes de sus terapeutas, si se acogen al propósito de la sesión y si alcanzan un estado de trance-:  entran en un  estado alterado de conciencia donde la racionalidad habitual queda relegada (esa racionalidad es un proceso de pensamiento que se nutre de lo que hay en la memoria física, en el cerebro neuronal). 

Bajo hipnosis, los pacientes pueden alcanzar una dimensión o escenario mental donde no parecen tener límites de tiempo ni de espacio y donde "presencian" eventos vividos que relacionan con su padecimiento actual. (Esto no podemos explicarlo físicamente ni atribuirlo a procesos del cerebro: esa mente es un campo de conocimiento del alma -y esto no hace parte de las explicaciones orgánicas de la medicina, ni de las explicaciones psicológicas que se remontan al pasado de los pacientes desde su nacimiento en la identidad o personalidad que representan, es algo más profundo y complejo, es la misma dimensión que alcanzan los meditadores lo que les permite disponer de una visión diferente a la visión y la percepción del cuerpo y que trasciende los sentidos.) 

Esa visión no es una fantasía porque hablamos de seres humanos vivos que acceden a la dimensión creativa de la mente y los terapeutas presenciamos sus reacciones emocionales mientras describen lo que visualizan. Su relatos durante la terapia son muy vívidos. Les pedimos que busquen "todo" lo que tenga relación con su padecimiento actual y los ponemos a dialogar con los seres que aparecen en su visión, o les proponemos realizar un cambio de rol con ellos para nosotros entablar ese dialogo con su mediación. Dirigimos su sesión de hipnosis y le proponemos: “pregúntales esto…,  observa cómo los afectaste o cómo  te afectaron, qué relación tiene lo que llega a tu mente con tu enfermedad o con la condición que padeces...” 

Hemos presenciado que nuestros pacientes “reviven” unas situaciones y eventos que posiblemente sucedieron  durante un tiempo cronológico ya transcurrido, tal como lo que narra Brian Weiss en sus libros (aunque era psiquiatra graduado, él supo aprender sobre esos fenómenos).

Todo lo que la humanidad ha vivido parece que siguiera presente en algún plano paralelo al que muchos pacientes en hipnosis acceden, lo que nos lleva a muchos a reflexionar sobre los nexos que tenemos con otras vidas y personalidades, aunque ya sus procesos de existencia hayan pasado, y aunque hubieran pertenecido a otras épocas.

La violencia ejercida y nuestras acciones o las acciones ajenas que afectaron las vidas de otros parece que hubieran quedado estancadas y grabadas en alguna dimensión como episodios para resolver por las generaciones que llegan después. Lo de sanar y perdonar o pedir perdón, y lo de reparar y resolver, aparecen como acciones pendientes que debemos hacer -cambios de la información mental. Las heridas y daños que causamos o que nos causaron están vigentes en ese plano que la ciencia tradicional desconoce o niega y que ha vedado a la mente racional.

Nuestras mentes sobreviven a la disgregación del cuerpo cuando este muere con el cerebro que lo animó.

Lo de que "todos somos uno" no es una fantasía de la llamada "nueva era", sino una realidad que trasciende las apariencias y que sobrepasa lo que intelectual o empíricamente  llamamos racional o lógico.

 

Hugo Betancur (Colombia)

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Observacion:

El terapeuta con hipnosis  Aurelio Mejía* relata muchas de sus terapias y explicaciones en su libro “Vidas antes de la vida”.

https://www.aureliomejia.com/

 

[AURELIO MEJÍA MESA, colombiano, hipnoterapeuta y conferencista desde 1995. Podemos leer sobre su ejercicio en hipnosis clínica). Su pagina de Internet:

http://www.aureliomejia.com/

Su canal en youtube:

https://www.youtube.com/@AurelioMejia]

 

Es preciso haber participado en las experiencias de terapia con hipnosis para comprobar estas manifestaciones de la mente, que pertenecen a la dimensión del alma (y el alma es un concepto que no está contemplado como una asignatura o realidad a estudiar en las facultades de medicina).

Si leemos los relatos de Brian Weiss, de Aurelio Mejía, de Armando Scharovski, y de muchos otros terapeutas que utilizan la hipnosis como medio, podemos encontrar una unidad temática de experiencias que estos maestros tuvieron con sus pacientes en distintas partes del mundo y en distintas culturas. Todos los libros de esos autores que mencioné podemos descargarlos de Internet sin costo.

 

Curso Practico de Hipnosis y Regresiones a Vidas Pasadas-Armando-M-Scharovsky

.pdf (217 páginas)

https://docer.com.ar/doc/1evxv0

 

La de arriba es una explicación abreviada. La mayor dificultad que tenemos para comprender esto y abrirnos a otras terapias es el poco o nulo conocimiento que la medicina occidental tiene de estos fenómenos y  la satanización y estigmatización que hacen contra quienes experimentan o investigan al respecto, todo debido al esquema seguido como una  medicina academicista, apegada a los dogmas y dependiente de las autoridades reconocidas. Sin embargo, uno de los principios de esta medicina es que  si hay curaciones o sanaciones efectivas con evidencia estadística numerosas, deben ser reconocidos como aceptables –esto ha sido llamado “medicina basada en la evidencia”.

A pesar del escepticismo particular de quien escribe esto y de su formación médica, el autor ha logrado entender también y aceptar estos fenómenos como algo posible y evidenciable.

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Otras ideas de vida en:

http://ideas-de-vida.blogspot.com/

http://pazenlasmentes.blogspot.com/

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