domingo, 18 de diciembre de 2011

La sombra en nosotros

Película Carl Gustav Jung y la sombra en el ser humano

¿QUÉ ES LA SOMBRA?


“Cada uno de nosotros proyecta una sombra tanto más oscura y compacta cuanto menos encarnada se halle en nuestra vida consciente. Esta sombra constituye, a todos los efectos, un impedimento inconsciente que malogra nuestras mejores intenciones.”

C. G. Jung

 

“Pero hay un misterio que no comprendo: Sin ese impulso de otredad -diría incluso que de maldad- sin esa terrible energía que s e oculta detrás de la salud, la sensatez y el sentido, nada funciona ni puede funcionar. Te digo que la bondad -lo que nuestro Yo vigílico cotidiano denomina bondad- lo normal, lo decente, no son nada sin ese poder oculto que mana ininterrumpidamente de nuestro lado más sombrío.”

Doris  Leasing

 

“Yo creo que la sombra del hombre radica en su propia vanidad.”

Friedrich Nietzsche

 

“Esta cosa oscura que reconozco mía.”

William Shakespeare

 

INTRODUCCIÓN

Todo lo que posee substancia posee también una sombra. El ego se yergue ante la sombra como  la luz ante la oscuridad. Por más que queramos negarlo somos imperfectos y quizás sea precisamente la sombra -las cualidades que no aceptamos de nosotros mismos, como la agresividad, la vergüenza, la culpa y el sufrimiento, por ejemplo- la que nos permita acceder a nuestra propia humanidad.

Utilizamos todo tipo de metáforas para referirnos al encuentro directo con nuestro aspecto más oscuro -descubrir nuestros demonios, luchar con el diablo, descender al mundo subterráneo, noche oscura del alma, crisis de la mediana edad, etcétera-, ese aspecto tenebroso al que denominamos de muy diversas maneras -Yo enajenado, Yo inferior, gemelo o hermano oscuro (en los escritos bíblicos y mitológicos), doble, Yo reprimido, alter ego, id, etcétera.

¿Pero somos nosotros los que poseemos una sombra o acaso es la sombra la que nos posee a nosotros? Carl G. Jung formuló esta misma pregunta como una adivinanza cuando dijo: «¿Cómo puedes encontrar a un león que te ha devorado?» La sombra es, por definición, inconsciente y, por consiguiente, no siempre es posible saber si estamos o no sometidos al dominio de alguno de los contenidos de nuestra sombra.

Según Jung, todo ser humano conoce intuitivamente el significado de los términos sombra, personalidad inferior y alter ego. «Y si lo ha olvidado» -agregaba bromeando sobre el hombre normal- «ahí están las homilías, su esposa o el recaudador de impuestos para recordárselo».

Para poder descubrir a la sombra en nuestra vida cotidiana, para poder aceptarla y poner así fin al control compulsivo que suele ejercer sobre nosotros, es necesario, antes que nada, tener un conocimiento global sobre el fenómeno. 

El concepto de sombra se deriva de los hallazgos de Sigmund Freud y Carl G. Jung. Este último se refirió a los descubrimientos de su predecesor como el análisis más profundo y minucioso del abismo existente entre los aspectos luminosos y oscuros de la naturaleza humana. Según Liliane Frey-Rohn, colega y discípula de Jung, «en 1912 -todavía bajo la influencia de las teorías de Freud- Jung utilizó el término "lado oscuro del psiquismo” para referirse a los "deseos no reconocidos" y a los "aspectos reprimidos de la personalidad"».

En su ensayo "Sobre la Psicología del Inconsciente", publicado en 1917, Jung se refirió a la sombra personal como el otro en nosotros; la personalidad inconsciente de nuestro mismo sexo; lo inferior y censurable; ese otro yo que nos llena de embarazo y de vergüenza: «Entiendo por sombra el aspecto "negativo" de la personalidad, la suma de todas aquellas cualidades desagradables que desearíamos ocultar, las funciones insuficientemente desarrolladas y el contenido del inconsciente personal».

La sombra sólo es negativa desde el punto de vista de la conciencia. No se trata -como insistía Freud- de algo inmoral e incompatible con nuestra personalidad consciente, sino que, por el contrario, contiene cualidades que poseen potencialmente una extraordinaria   trascendencia   moral.   Esto   resulta particularmente cierto -decía Frey-Rohn- cuando con tiene cualidades que la sociedad valora positivamente pero que el individuo considera como algo inferior.

La sombra de Jung es parecida a lo que Freud denominaba «lo reprimido» pero se diferencia de ello en que constituye una especie de subpersonalidad que posee -como ocurre con la personalidad autónoma superior- sus propios contenidos (sean pensamientos, ideas, imágenes o juicios de valor autónomos).

En 1945 Jung definió a la sombra como lo que una persona no desea ser. «Uno no se ilumina imaginando figuras de luz -afirmó- sino haciendo consciente la oscuridad, un procedimiento, no obstante, trabajoso y, por tanto, impopular».

Hoy en día la sombra se refiere a aquella parte del psiquismo inconsciente contiguo a la conciencia, aunque no necesariamente aceptado por ella. De este modo, la personalidad de la sombra, opuesta a nuestras actitudes y decisiones conscientes, representa una instancia psicológica negada que mantenemos aislada en el inconsciente donde termina configurando una especie de personalidad disidente. Desde este punto de vista la sombra es pues una especie de compensación a la identificación unilateral de nuestra mente consciente con aquello que le resulta aceptable.

Para Jung y sus seguidores la psicoterapia constituye un ritual de renovación que nos permite acercar e integrar en la conciencia la personalidad de la sombra, reducir su potencial inhibidor o destructor y liberar la energía positiva de la vida que se halla atrapada en ella. A lo largo de su dilatada y prominente carrera Jung se ocupó también de los problemas de la destructividad personal y de la maldad colectiva. Sus investigaciones terminaron demostrando que el hecho de afrontar la sombra y el mal es, en última instancia, un «secreto individual» equiparable al de experimentar a Dios, una experiencia tan poderosa que puede transformar completamente la vida de una persona.

 

Según el erudito junguiano Andrew Samuels, Jung trató de dar respuesta a las desconcertantes preguntas que nos preocupan y dedicó su vida a encontrar «una explicación convincente no sólo de la antipatía personal sino también de los prejuicios y persecuciones crueles que asolan nuestro tiempo». Jung se consideraba a sí mismo como un explorador que concibió nuevas formas de conceptualizar los problemas psicológicos, filosóficos, espirituales y religiosos que aquejan al ser humano. En su opinión, su obra está dirigida a quienes buscan el sentido de la vida, pero no hallan respuesta en los cauces que les ofrece la fe y   la religión tradicional. En Psicología y Religión, publicado en 1937, Jung dice: «Probablemente lo único que nos reste por hacer hoy en día es una aproximación psicológica. Es por ello que mi tarea es la de recoger las formas de pensamiento que han quedado históricamente cristalizadas, disolverlas nuevamente y terminar vertiéndolas en los moldes de la experiencia inmediata».

Robert A. Johnson -un famoso autor y conferenciante cuyos escritos pertenecen a la tercera generación de ideas junguianas- afirma que la principal contribución   de   Jung   consiste en el desarrollo de un punto de vista excepcional sobre la conciencia humana.  «Jung expuso un modelo del inconsciente de tal trascendencia que el mundo occidental todavía no ha alcanzado a vislumbrar todas sus implicaciones».

Es muy posible que el mayor logro de Jung fuera el de desvelar que el inconsciente constituye la fuente creativa de la que procedemos todos los individuos. De hecho, nuestra mente y nuestra personalidad consciente se desarrolla y madura a partir de la materia prima aportada por el inconsciente en relación interactiva con las experiencias que nos proporciona la vida.

Jung definió a la sombra -junto al Yo (el centro psicológico del ser humano) y al anima y al animus (las imágenes ideales internalizadas del sexo opuesto, la imagen del alma en cada persona)- como uno de los principales arquetipos del inconsciente colectivo. Los arquetipos son las estructuras innatas y heredadas -las huellas dactilares psicológicas, podríamos decir- del inconsciente que compartimos con todos los seres humanos y terminan prefigurando nuestras características, nuestras cualidades y nuestros rasgos personales. Los arquetipos constituyen, pues, las fuerzas psíquicas dinámicas del psiquismo humano. Según el Critical Dictionary of Junguian Analysis: «los dioses son metáforas de conductas arquetípicas y los mitos son actualizaciones de los arquetipos». El proceso del análisis junguiano implica la creciente toma de conciencia de la dimensión arquetípica de nuestra existencia.

Para introducir y definir a la sombra personal hemos elegido los escritos de varios destacados autores junguianos que exponen el tema con la suficiente claridad como para poder utilizarla como técnica terapéutica y como herramienta de crecimiento personal. De este modo, los colaboradores que participan en esta primera parte contribuyen a que tomemos conciencia de la presencia de la sombra en nuestra vida cotidiana. En otras secciones del libro ampliaremos el concepto de sombra y pasaremos de su expresión personal a manifestaciones colectivas tales como el prejuicio, la guerra y la maldad.

El poeta Robert Bly abre esta sección con un extracto de A Little Book on the Human Shadow en el que nos narra en primera persona la historia de la sombra. A medida que crecemos -dice Bly- el Yo enajenado se convierte en  «un saco que todos arrastramos», un saco que contiene aquellos aspectos inaceptables de nosotros mismos. Bly también señala la relación existente entre el saco personal y otros tipos de bolsa (como el colectivo, por ejemplo).

El siguiente capítulo -"Lo que Sabe la Sombra"- constituye la trascripción de una entrevista realizada en 1989 por D. Patrick Miller al analista y pastor episcopalista de San Diego John A. Sanford para la revista The Sun. A lo largo de su carrera Sanford ha afrontado en repetidas ocasiones la difícil cuestión de la maldad del ser humano. En otro capítulo de esta misma sección presentamos su propia explicación psicológica del famoso relato de Robert Louis Stevenson "El Dr. Jekyll y Mr. Hyde".

"La Sombra en la Historia y en la Literatura" es un extracto del libro Archetypes: A Natural History of the Self, escrito por el psicólogo británico Anthony Stevens. Este artículo, intercalado entre los dos de Sanford, detalla los pormenores del aspecto que asume la sombra en el trabajo creativo.

"La Actualización de la Sombra en los Sueños" es un resumen del trabajo de la eminente psicóloga y erudita en la investigación onírica Marie-Louise von Franz -una de las colaboradoras más estrechas de Jung- para El Hombre y sus Símbolos, una compilación pedagógica de sus últimas ideas publicada y editada por Jung, Marie-Louise von Franz y otros tres discípulos a comienzos de los años sesenta.

Cerraremos esta sección con el artículo "Descubrir a la Sombra en la Vida Cotidiana" escrito por el terapeuta William A. Miller para su libro Your Golden Shadow.  En él, Miller nos muestra un camino hacia la sombra en la vida cotidiana a través de las proyecciones, los lapsus linguae y el humor.

En cierto momento de exasperación Jung reprendió a discípulos demasiado literales que citaban sus conceptos fuera de contexto diciendo que «¡La sombra no es más que la totalidad del inconsciente!» En mi opinión esta es una afirmación válida tan sólo en el caso de que las personas fueran completamente ignorantes del inconsciente en la vida cotidiana. Pero cuando comenzamos a darnos cuenta de ciertos aspectos de nuestra personalidad inconsciente la sombra asume una forma personal identificable que inicia el proceso de trabajo, un proceso que concluye con la toma de conciencia profunda de nuestra propia identidad. Según el analista Erich Neumann: «El Yo descansa oculto en la sombra, ella es quien custodia la puerta, el guardián del umbral. Así pues, sólo podremos llegar a recuperar completamente nuestro Yo y alcanzar la totalidad reconciliándonos con la sombra y emprendiendo el camino que se halla detrás de ella, detrás de su sombría apariencia».


Extractado de libro:

“Encuentro con la sombra”

Textos de C. G. Jung, J. Campbell, K. Wilber, M-L. von Franz, R. Bly, L. Dossey, M. S. Peck, R. May, J. Pierrakos, J. A. Sanford, S. Nichols, L. Greene, B. Hannah, J. Bradshaw y otros.

 

Descargar “Encuentro con la sombra” y “El Libro Rojo” desde estas direcciones encontradas en Internet:

 

https://www.josepmariacarbo.cat/themes/demo/assets/docs/JUNG-CARL-Encuentro-con-la-sombra.pdf

 

https://ab831653-3c09-4c65-af4f-508950a69795.filesusr.com/ugd/2772f4_6717a41437bb4ba3beb15301082af730.pdf?index=true

 

https://sepanalitica.es/wp-content/uploads/2019/06/El-encuentro-con-la-propia-sombra-y-la-autoestima-Dra.-Rebeca-Retamales-Rojas.pdf

 

https://www.redalyc.org/pdf/4595/459545422006.pdf

 

https://www.instituto-integra.com/wp-content/uploads/2017/05/el_libro_rojo_jung_carl_gustav.pdf

 

https://toaz.info/doc-view-2

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