Película
Carl Gustav Jung y la sombra en el ser humano
¿QUÉ ES LA SOMBRA?
“Cada
uno de nosotros
proyecta una sombra
tanto más oscura
y compacta cuanto
menos encarnada se halle en nuestra
vida consciente. Esta sombra constituye, a
todos los efectos, un impedimento inconsciente que malogra nuestras mejores intenciones.”
C. G. Jung
“Pero hay un misterio que no comprendo: Sin ese impulso de
otredad -diría incluso que de maldad- sin esa
terrible energía que s e oculta detrás de la salud, la sensatez
y el sentido, nada funciona ni puede funcionar. Te digo que la bondad -lo que nuestro
Yo vigílico cotidiano denomina bondad- lo normal, lo decente, no son nada sin ese poder oculto que mana ininterrumpidamente de nuestro lado más sombrío.”
Doris Leasing
“Yo creo que la sombra del hombre radica
en su propia vanidad.”
Friedrich Nietzsche
“Esta cosa oscura que reconozco
mía.”
William Shakespeare
INTRODUCCIÓN
Todo lo que posee substancia posee también
una sombra. El ego se yergue ante la
sombra como la luz ante
la oscuridad. Por más que queramos negarlo somos imperfectos y quizás
sea precisamente la sombra -las cualidades que no aceptamos de nosotros
mismos, como la agresividad, la vergüenza, la
culpa y el sufrimiento, por ejemplo- la que nos permita
acceder a nuestra
propia humanidad.
Utilizamos todo tipo de metáforas para referirnos al encuentro directo con nuestro aspecto
más oscuro -descubrir nuestros demonios, luchar con el diablo, descender al mundo
subterráneo, noche oscura del alma, crisis
de la mediana edad, etcétera-, ese aspecto
tenebroso al que denominamos de muy diversas maneras -Yo enajenado, Yo inferior,
gemelo o hermano
oscuro (en los escritos bíblicos y mitológicos), doble, Yo reprimido, alter ego, id, etcétera.
¿Pero somos nosotros los que poseemos una sombra o acaso
es la sombra la que nos posee a nosotros? Carl G. Jung formuló esta misma pregunta
como una adivinanza cuando dijo: «¿Cómo
puedes encontrar a un león que te ha devorado?»
La sombra es, por definición, inconsciente y, por consiguiente, no siempre es posible saber si
estamos o no sometidos al dominio de alguno de los contenidos
de nuestra sombra.
Según Jung, todo ser humano conoce intuitivamente el significado de los términos sombra, personalidad inferior y alter ego. «Y si lo ha olvidado»
-agregaba bromeando sobre el
hombre normal- «ahí están las homilías, su esposa o el recaudador
de impuestos para recordárselo».
Para poder descubrir a la sombra en nuestra vida cotidiana, para poder aceptarla y poner así fin al control compulsivo que suele ejercer sobre nosotros, es necesario, antes que nada, tener un conocimiento global sobre el fenómeno.
El concepto de sombra se deriva de los hallazgos de Sigmund Freud y Carl G. Jung. Este último se refirió a los descubrimientos de su predecesor como el análisis
más profundo y minucioso del abismo existente
entre los aspectos
luminosos y oscuros
de la naturaleza humana. Según Liliane Frey-Rohn, colega y discípula
de Jung, «en 1912 -todavía
bajo la influencia de las teorías
de Freud- Jung utilizó
el término "lado oscuro del psiquismo” para referirse a los "deseos no reconocidos" y a los "aspectos reprimidos
de la personalidad"».
En su ensayo "Sobre la Psicología del
Inconsciente", publicado en 1917, Jung se refirió a la sombra personal como el otro en nosotros; la personalidad inconsciente de nuestro mismo
sexo; lo inferior y censurable; ese otro yo que nos llena de embarazo
y de vergüenza: «Entiendo por sombra el aspecto "negativo"
de la personalidad, la suma de todas aquellas
cualidades desagradables que desearíamos ocultar, las funciones
insuficientemente desarrolladas y el contenido
del inconsciente personal».
La sombra sólo es negativa desde el punto de
vista de la conciencia. No se trata
-como insistía Freud- de algo inmoral e incompatible con nuestra
personalidad consciente, sino que, por el contrario, contiene cualidades que poseen potencialmente una extraordinaria trascendencia moral.
Esto resulta particularmente cierto -decía
Frey-Rohn- cuando con tiene cualidades que la sociedad valora positivamente pero que el individuo considera como algo inferior.
La sombra de Jung es parecida a lo que Freud denominaba «lo reprimido» pero se diferencia
de ello en que constituye una especie de subpersonalidad que posee -como ocurre con la personalidad autónoma superior- sus propios contenidos
(sean pensamientos, ideas, imágenes o juicios de valor autónomos).
En 1945 Jung definió a la sombra como lo que
una persona no desea ser. «Uno no se ilumina
imaginando figuras de luz -afirmó-
sino haciendo consciente la oscuridad, un procedimiento, no obstante, trabajoso y, por tanto, impopular».
Hoy en día la sombra se refiere
a aquella parte del
psiquismo inconsciente contiguo a la conciencia, aunque no necesariamente aceptado por ella. De este modo, la
personalidad de la sombra, opuesta a nuestras actitudes y decisiones
conscientes, representa una instancia psicológica negada que mantenemos aislada en el inconsciente donde termina configurando una especie de personalidad disidente. Desde este punto de vista la sombra es pues una especie
de compensación a la identificación unilateral de nuestra mente consciente con aquello que le resulta aceptable.
Para Jung y sus seguidores la psicoterapia constituye
un ritual de renovación que nos permite acercar e integrar
en la conciencia la personalidad de la sombra,
reducir su potencial
inhibidor o destructor y liberar la energía positiva
de la vida que se halla atrapada en ella. A lo largo de su dilatada
y prominente carrera Jung se ocupó también de los problemas
de la destructividad personal y de la maldad colectiva. Sus investigaciones terminaron
demostrando que el hecho de afrontar la sombra y el mal es, en última instancia, un «secreto individual» equiparable al de experimentar a Dios, una experiencia tan poderosa que puede transformar completamente la vida de una persona.
Según el erudito junguiano Andrew Samuels,
Jung trató de dar respuesta a las desconcertantes preguntas que nos preocupan y dedicó su vida a
encontrar «una explicación convincente no sólo de la antipatía personal sino también de los prejuicios y persecuciones crueles que
asolan nuestro tiempo». Jung se consideraba
a sí mismo como un explorador que concibió nuevas formas de conceptualizar los
problemas psicológicos, filosóficos,
espirituales y religiosos que aquejan al ser humano. En su opinión, su obra
está dirigida a quienes buscan el sentido de la vida, pero no hallan respuesta en los cauces que les ofrece la fe y la
religión tradicional. En Psicología y
Religión, publicado en 1937, Jung dice: «Probablemente lo único que nos reste por hacer hoy en día es una aproximación psicológica. Es por ello que
mi tarea es la de recoger las formas de pensamiento que han quedado
históricamente cristalizadas, disolverlas nuevamente y terminar vertiéndolas en los moldes de la experiencia inmediata».
Robert A. Johnson
-un famoso autor y conferenciante cuyos escritos pertenecen a
la tercera generación de ideas junguianas- afirma
que la principal contribución de
Jung consiste en el desarrollo de un punto de vista excepcional sobre la conciencia
humana. «Jung expuso un modelo del inconsciente de tal trascendencia que el mundo occidental
todavía no ha alcanzado a vislumbrar
todas
sus implicaciones».
Es muy posible
que el mayor logro de Jung fuera el de desvelar que el inconsciente
constituye la fuente creativa
de la que procedemos todos los individuos. De hecho, nuestra
mente y nuestra personalidad consciente se desarrolla y madura a partir de la materia prima aportada
por el inconsciente en relación interactiva con las experiencias que nos proporciona la vida.
Jung definió a la sombra -junto al Yo (el
centro psicológico del ser humano) y al anima
y al animus (las imágenes ideales
internalizadas del sexo opuesto, la imagen del alma
en cada persona)- como uno de los principales arquetipos del inconsciente colectivo. Los arquetipos son las estructuras innatas y heredadas -las huellas dactilares psicológicas, podríamos decir- del inconsciente que compartimos con todos los seres humanos
y terminan prefigurando nuestras características,
nuestras cualidades y nuestros rasgos personales.
Los arquetipos constituyen, pues, las fuerzas
psíquicas dinámicas del
psiquismo humano. Según el Critical
Dictionary of Junguian Analysis: «los dioses
son metáforas de conductas arquetípicas y los mitos son actualizaciones de los arquetipos». El proceso del análisis junguiano implica la creciente
toma de conciencia de la dimensión arquetípica de nuestra existencia.
Para introducir y definir a la sombra personal hemos elegido
los escritos de varios destacados autores junguianos que exponen
el tema con la suficiente claridad como para poder utilizarla como técnica terapéutica
y como herramienta de crecimiento personal. De este modo, los colaboradores que participan en esta primera
parte contribuyen a que tomemos
conciencia de la presencia de la sombra
en nuestra vida cotidiana. En otras secciones del libro ampliaremos el concepto de sombra y
pasaremos de su expresión personal a manifestaciones colectivas tales como el prejuicio, la guerra y la maldad.
El poeta Robert Bly abre esta sección con un
extracto de A Little Book on the Human
Shadow en el que nos narra en primera persona
la historia de la sombra.
A medida que crecemos -dice Bly- el Yo enajenado se convierte
en «un saco que
todos arrastramos», un saco que contiene
aquellos aspectos inaceptables de
nosotros mismos. Bly también señala la relación existente entre el saco
personal y otros tipos de bolsa (como el colectivo, por ejemplo).
El siguiente capítulo
-"Lo que Sabe la Sombra"- constituye la trascripción de una entrevista realizada en 1989 por
D. Patrick Miller al analista y pastor episcopalista de San Diego John A.
Sanford para la revista The Sun. A lo largo de su carrera Sanford ha
afrontado en repetidas ocasiones la difícil cuestión de la maldad del ser humano. En otro capítulo de esta misma
sección presentamos su propia explicación psicológica del famoso relato de Robert Louis Stevenson
"El Dr. Jekyll y Mr. Hyde".
"La Sombra en la Historia y en la Literatura" es un
extracto del libro Archetypes: A Natural
History of the Self, escrito por el psicólogo británico Anthony Stevens.
Este artículo, intercalado entre los dos de Sanford, detalla los pormenores
del aspecto que asume la sombra en el trabajo creativo.
"La Actualización de la Sombra en los
Sueños" es un resumen del trabajo de la eminente psicóloga y erudita
en la investigación onírica Marie-Louise von Franz -una de las colaboradoras más estrechas de Jung- para El Hombre y sus Símbolos,
una compilación pedagógica de sus últimas ideas publicada y editada por Jung, Marie-Louise
von Franz y otros tres discípulos a comienzos de los años sesenta.
Cerraremos esta sección
con el artículo "Descubrir a la
Sombra en la Vida Cotidiana" escrito por el terapeuta William A. Miller para su libro Your Golden Shadow.
En él, Miller nos muestra un
camino hacia la sombra en la vida cotidiana a través de las proyecciones,
los lapsus linguae y el humor.
En cierto momento
de exasperación Jung reprendió a discípulos demasiado
literales que citaban
sus conceptos fuera de
contexto diciendo que «¡La sombra
no es más que la totalidad del inconsciente!» En mi opinión
esta es una afirmación
válida tan sólo en el caso de que las personas fueran completamente ignorantes del inconsciente en la vida cotidiana. Pero cuando comenzamos a darnos cuenta de
ciertos aspectos de nuestra
personalidad inconsciente la sombra asume una forma personal identificable que inicia el proceso de trabajo, un proceso que concluye con la toma de
conciencia profunda de nuestra propia
identidad. Según el analista Erich Neumann:
«El Yo descansa oculto en la sombra,
ella es quien custodia la puerta, el
guardián del umbral. Así pues, sólo
podremos llegar a recuperar
completamente nuestro Yo y alcanzar la totalidad
reconciliándonos con la sombra y emprendiendo el camino que se halla detrás de ella, detrás de su sombría apariencia».
Extractado
de libro:
Textos de C. G. Jung, J.
Campbell, K. Wilber, M-L. von Franz, R. Bly, L. Dossey, M. S. Peck, R. May, J.
Pierrakos, J. A. Sanford, S. Nichols, L. Greene, B. Hannah, J. Bradshaw y otros.
Descargar “Encuentro con la
sombra” y “El Libro Rojo” desde estas direcciones encontradas en Internet:
https://www.josepmariacarbo.cat/themes/demo/assets/docs/JUNG-CARL-Encuentro-con-la-sombra.pdf
https://www.redalyc.org/pdf/4595/459545422006.pdf
https://www.instituto-integra.com/wp-content/uploads/2017/05/el_libro_rojo_jung_carl_gustav.pdf
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