AMAR LO QUE ES
Por Byron Katie
LO QUE ES, ES.
“Únicamente sufrimos cuando creemos un
pensamiento que está en desacuerdo con lo que es. Cuando la mente está
perfectamente clara, lo que es, es lo que queremos. Si quieres que la realidad
sea diferente de lo que es, podrías intentar enseñarle a ladrar a un gato y
obtendrías el mismo resultado. Puedes intentarlo una y otra vez, y al final, el
gato te mirará y volverá a decir: «Miau»”.
“Desear que la realidad sea diferente de lo
que es, es un deseo imposible de satisfacer. Y aun así, si prestas atención>
advertirás que tienes pensamientos de este tipo docenas de veces al día: «La
gente debería ser más amable», «Debería enseñarse a los niños a comportarse
bien», «Mis vecinos deberían cuidar mejor su césped», «La cola del supermercado
debería avanzar más deprisa», «Mi mujer (o mi marido) debería estar de acuerdo
conmigo», «Debería estar más delgada (o ser más guapa o tener más éxito)».
Estos pensamientos constituyen distintas maneras de querer que la realidad sea
diferente de lo que es. Si te parece que esto suena deprimente, estás en lo cierto”.
“Toda la tensión que sentimos se origina en
nuestras discusiones con lo que es. Personas aún no familiarizadas con The Work
me dicen a menudo: «Pero si renunciase a mi discusión con la realidad perdería
parte de mi poder. Si simplemente acepto la realidad, seré pasiva. Quizás
incluso pierda el deseo de actuar». Yo les contesto con una pregunta: «¿Tienes
la absoluta certeza de que eso es verdad?». «Ojalá no hubiese perdido mi
trabajo» o «He perdido mi trabajo; ¿qué puedo hacer ahora?»: ¿Qué es lo que te
da más poder?”
“The Work revela que lo que piensas que no
debería haber sucedido sí debería haber sucedido. Debería haber sucedido porque
así fue y ningún pensamiento del mundo puede cambiarlo. Eso no quiere decir que
lo toleres ni que lo apruebes. Sólo significa que eres capaz de ver las cosas
sin resistencia y sin la confusión de tu lucha interior. Nadie quiere que sus
hijos enfermen, nadie quiere ser víctima de un accidente de coche; pero cuando
estas cosas ocurren, ¿de qué forma podría ayudar discutir mentalmente con ellas?
Sabemos que no tiene sentido, y sin embargo, lo hacemos porque no sabemos cómo
dejar de hacerlo”.
“Soy una amante de lo que es, no porque sea
una persona espiritual, sino porque, cuando discuto con la realidad, sufro.
Podemos saber que la realidad está bien tal como es porque, cuando discutimos
con ella, sentimos tensión y frustración. No nos sentimos normales ni
equilibrados. Cuando dejamos de oponernos a la realidad, la acción se convierte
en algo sencillo, fluido, amable y seguro”.
OCÚPATE DE TUS PROPIOS ASUNTOS
“Sólo puedo encontrar tres tipos de asuntos
en el universo: los míos, los tuyos y los de Dios. (Para mí, la palabra Dios
significa «realidad». La realidad es Dios, porque gobierna. Todo lo que escapa
a mi control, al tuyo y al de cualquier otra persona es lo que yo denomino «los
asuntos de Dios».) Buena parte de nuestras tensiones proviene de vivir
mentalmente fuera de nuestros asuntos. Cuando pienso: «Necesitas encontrar un
trabajo, quiero que seas feliz, deberías ser puntual, necesitas cuidar mejor de
ti mismo», me estoy inmiscuyendo en tus asuntos. Cuando me preocupo por los
terremotos, las inundaciones, la guerra o la fecha de mi muerte, me estoy
inmiscuyendo en los asuntos de Dios. Si mentalmente estoy metida en tus asuntos
o en los de Dios, el efecto es la separación. Fui consciente de esto hace
tiempo, en 1986. Cuando, por ejemplo> me inmiscuía mentalmente en los
asuntos de mi madre con pensamientos del tipo: «Mi madre debería comprenderme»,
experimentaba de inmediato un sentimiento de soledad. Y comprendí que siempre
que me he sentido herida o sola, he estado inmiscuida en los asuntos de otra
persona”.
“Si tú estás viviendo tu vida y yo estoy
viviendo mentalmente tu vida, ¿quién está aquí viviendo la mía? Los dos estamos
ahí. Ocuparme mentalmente de tus asuntos me impide estar presente en 3 los
míos. Me separo de mí misma y me pregunto por qué razón mi vida no funciona.
Pensar que yo sé lo que es mejor para los demás es estar fuera de mis asuntos.
Incluso en nombre del amor, es pura arrogancia y el resultado es la tensión, la
ansiedad y el miedo. ¿Sé lo que es adecuado para mí? Ese es mi único asunto.
Permíteme trabajar en eso antes de tratar de resolver tus problemas por ti”.
“Si comprendes los tres tipos de asuntos lo
bastante para ocuparte de los tuyos propios, este conocimiento puede liberar tu
vida de una manera que ni siquiera eres capaz de imaginar. La próxima vez que
sientas tensión o incomodidad, pregúntate de quién son los asuntos en los que
te ocupas mentalmente, ¡y quizás estalles en carcajadas! Esa pregunta puede
devolverte a ti mismo. Tal vez llegues a descubrir que, en realidad, nunca has
estado presente y que te has pasado toda la vida viviendo mentalmente en los
asuntos de otras personas. Y si practicas durante un tiempo, quizá descubras
que en realidad no tienes ningún asunto y que tu vida funciona perfectamente
por sí misma”.
ENFRÉNTATE A TUS PENSAMIENTOS CON
COMPRENSIÓN
“Un pensamiento resulta inofensivo a menos
que nos lo creamos. No son nuestros pensamientos, sino nuestro apego a ellos,
lo que origina nuestro sufrimiento. Apegarse a un pensamiento significa creer
que es verdad sin indagar en él. Una creencia es un pensamiento al que hemos
estado apegados, a menudo durante años. La mayoría de la gente cree que «es» lo
que sus pensamientos dicen que es. Un día advertí que no estaba respirando: me
estaban respirando. Entonces también advertí, con gran sorpresa, que no estaba
pensando: que, en realidad, estaba siendo pensada y que pensar no es personal.
¿Te despiertas por la mañana y te dices: «Creo que hoy no voy a pensar»? Es
demasiado tarde: ¡ya estás pensando!”
“Los pensamientos sencillamente aparecen.
Provienen de la nada y vuelven a la nada, como nubes que se mueven a través de
un cielo vacío. Están de paso, no han venido para quedarse. No son
perjudiciales hasta que nos apegamos a ellos como si fueran verdad. Nadie ha
sido capaz, jamás, de controlar su pensamiento, aunque la gente cuente la
historia de cómo lo ha conseguido. No dejo que mis pensamientos se marchen: me
enfrento a ellos con comprensión. Son ellos los que me dejan marcharme a mí”.
“Los pensamientos son como la brisa o las
hojas en los árboles o las gotas de lluvia que caen. Aparecen del mismo modo, y
a través de la indagación, podemos entablar amistad con ellos. ¿Discutirías con
una gota de lluvia? Las gotas de lluvia no son personales, como tampoco lo son
los pensamientos. Una vez que te has enfrentado a un concepto doloroso con
comprensión, la próxima vez que aparezca quizá te resulte interesante. Lo que
solía ser una pesadilla ahora es sólo algo interesante. La siguiente vez que
aparezca, tal vez te resulte divertido. Y la siguiente vez, quizá ni siquiera
lo adviertas. Este es el poder de amar lo que es”.
PON LA MENTE EN EL PAPEL
“El primer paso de The Work consiste en
escribir tus juicios sobre cualquier situación estresante de tu vida pasada,
presente o futura: una persona que te desagrada o te preocupa, una situación
que te provoca enfado, miedo o tristeza, o alguien ante quien sientes ambivalencia
o confusión. Escribe tus juicios tal como los piensas. (Utiliza una hoja de
papel en blanco; también puedes encontrar en el sitio web
http://www.thework.org, en la sección denominada «Do The Work» [«Haz The
Work»], una «Hoja de Trabajo para juzgar a tu prójimo» [Judge-Your-Neighbour
Worksheet] que puedes bajarte e imprimir.)”
“Durante miles de años, nos han enseñado a
no juzgar; pero, seamos sinceros, de todos modos lo hacemos sin parar. La
verdad es que todos tenemos siempre juicios en la cabeza. A través de The Work
tenemos permiso, finalmente, para expresar esos juicios, v hasta 4 «gritarlos»,
en el papel. Tal vez descubramos que es posible enfrentarse incluso a los
pensamientos más desagradables con un amor incondicional. Te animo a que
escribas sobre alguien a quien no hayas perdonado totalmente. Este es el lugar
más eficaz por donde empezar. Aun cuando hayas perdonado a esa persona en un 99
por ciento, no serás libre hasta que tu perdón sea completo. Ese 1 por ciento
que no has perdonado es precisamente el lugar en el que te has atascado con el
resto de tus relaciones (incluida la relación contigo mismo)”.
“Si empiezas por dirigir el dedo acusador
hacia fuera, entonces el centro de atención no recaerá en ti. Sencillamente te
soltarás sin censurarte. Con frecuencia estamos bastante seguros sobre
lo que otras personas necesitan hacer, cómo deberían vivir y con
quién deberían estar. Cuando se trata de otras personas, tenemos una visión
clara, pero no sucede lo mismo con nosotros mismos. Al realizar The Work,
comprendes quién eres porque ves quiénes crees que otras personas son. Con el
tiempo, llegas a ver que todo lo que está fuera de ti es un reflejo de tu
propio pensamiento”.
“Eres el narrador de la historia, el
proyector de todas las historias, y el mundo es la imagen proyectada de tus
pensamientos”.
“Desde el principio de los tiempos, la
gente ha intentado cambiar el mundo a fin de ser feliz. Esto nunca ha
funcionado porque aborda el problema en el orden contrario. The Work nos brinda
un medio para cambiar el proyector -la mente- en lugar de lo proyectado. Es
como cuando hay un fragmento de polvo en la lente de un proyector. Creemos que
hay una imperfección en la pantalla e intentamos cambiar a quienquiera que sea
sobre quien recaiga la imperfección. Pero intentar cambiar las imágenes
proyectadas constituye un esfuerzo fútil. Una vez que comprendemos dónde está
la mota de polvo, podemos limpiar la lente. Esto constituye el fin del
sufrimiento y el principio de la dicha en el paraíso”.
CÓMO ESCRIBIR EN LA HOJA DE TRABAJO
“Te invito a que juzgues, a que seas duro,
infantil, mezquino. Escribe con la espontaneidad de un niño que está triste,
enfadado, confundido o asustado. No intentes ser sensato, espiritual o amable”.
“Este es un momento para ser totalmente sincero
y no censurar tus sentimientos. Permite que se expresen a sí mismos sin temor a
las consecuencias o a las amenazas de castigo. Seguidamente encontrarás un
ejemplo de una <> ya escrita. En este ejemplo he escrito sobre mi segundo
marido, Paul (incluido aquí con su permiso). Estos son los tipos de
pensamientos que solía tener sobre él antes de que mi vida cambiase. Te invito
a que, a medida que leas, reemplaces el nombre de Paul por el de la persona de
que se trate en tu vida”.
“1. ¿Quién provoca tu enfado o tu tristeza o te
decepciona? ¿Qué es lo que no te gustaba o todavía no te gusta de esta persona?
No me gusta (estoy enfadada con, o triste, asustada, confundida, etc., a causa
de) (nombre) Paul porque no me escucha. Estoy
enfadada con él porque no me valora. No me gusta Paul porque
discute por todo lo que digo”.
“2. ¿Cómo quieres que cambie? ¿Qué quieres que haga?
Quiero que (nombre) Paul me brinde toda su atención. Quiero que me ame
completamente Quiero que esté de acuerdo conmigo Quiero que haga más ejercicio”.
“3. ¿Qué es lo que debería o no debería hacer, ser,
pensar o sentir? (Nombre) Paul no debiera ver tanta televisión. Debería
dejar de fumar. Debería decirme que me ama. No debería ignorarme”.
“4. ¿Necesitas algo de esa persona? ¿Qué tiene que darte
o hacer para que seas feliz? Necesito que (nombre) Paul me escuche.
Necesito que deje de mentirme. Necesito que comparta sus sentimientos conmigo y
que esté emocionalmente disponible. Necesito que sea amable y tierno y que
tenga paciencia”.
“5. ¿Qué piensas de esa persona? Haz una lista.
(Nombre) Paul no es sincero Es temerario e infantil. Se cree que para
él no valen las reglas. No es nada compasivo y nunca está disponible. Es un
irresponsable”.
“6. ¿Qué es lo que no quieres experimentar nunca más con
esa persona, cosa o situación? No quiero nunca más o me niego a vivir
con Paul si no cambia. No quiero volver a discutir nunca más con él. No quiero
que me vuelva a mentir jamás”.
Indagación: Las cuatro preguntas y la
inversión
1. ¿Es eso verdad?
2. ¿Tienes la absoluta certeza de que eso
es verdad?
3. ¿Cómo reaccionas cuando tienes ese
pensamiento?
4. ¿Quién serías sin ese pensamiento?
“Responde a estas cuatro preguntas y luego
invierte tus respuestas. Ahora, utilizando las cuatro preguntas, investiguemos
la primera afirmación del punto 1 del ejemplo: No me gusta Paul porque
no me escucha. A medida que leas, piensa en alguien a quien todavía no
hayas perdonado del todo”.
1. ¿ES ESO VERDAD? PREGÚNTATE:
“«¿Es verdad que Paul no me escucha?».
Permanece en calma. Si realmente quieres saber la verdad, la respuesta a esa
pregunta aparecerá. Permite que la mente haga la pregunta y espera a que emerja
la respuesta.
2. ¿TIENES LA ABSOLUTA CERTEZA DE QUE ESO
ES VERDAD?
“Considera
estas preguntas: «¿Tengo la absoluta certeza de que es verdad que Paul no me
escucha? ¿Puedo saber realmente si una persona está escuchando o no? ¿Acaso en
ocasiones aunque parezca que no estoy escuchando sí lo estoy haciendo?»”.
3. “¿CÓMO REACCIONAS CUANDO TIENES ESE
PENSAMIENTO?”
“¿Cómo
reaccionas cuando piensas que Paul no te escucha? ¿Cómo le tratas? Haz una
lista. Por ejemplo: «Le lanzo "mi mirada". Le interrumpo. Le castigo
no prestándole atención. Empiezo a hablar más rápido y más fuerte e intento
forzarlo a que me escuche». Continúa haciendo tu lista, y a medida que vayas
profundizando en tu interior, observa cómo te tratas a ti misma en esa
situación y cómo te sientes. «Me encierro en mí misma. Me aíslo. Como y duermo
mucho y me quedo mirando la televisión durante días. Me siento deprimida y
sola.» Advierte todos los efectos que provoca pensar: «Paul no me escucha»”.
4. ¿QUIÉN SERÍAS SIN ESE PENSAMIENTO?
“Ahora considera quién serías si no fueses
capaz de pensar: «Paul no me escucha». Cierra los ojos e imagina que él no te
está escuchando. Imagínate que no tienes el pensamiento de que Paul no te
escucha (ni siquiera el de que debería escucharte)”.
“Tómate el tiempo que necesites. ¿Qué es lo
que ves? ¿Cómo te sientes?
“Haz la inversión. La afirmación original: «No me gusta Paul
porque no me escucha», al invertirla, podría transformarse en: «No me gusto a
mí misma porque no escucho a Paul». ¿Es eso verdad para ti? ¿Escuchas a Paul
cuando piensas que él no te escucha? Busca otros ejemplos de cómo no escuchas.
Otra inversión que podría ser igual de verdadera, o incluso más, es: «No me
gusto porque no me escucho a mí misma». Cuando estás pensando en lo que Paul
debería hacer, ¿te estás escuchando a ti misma? ¿Pones en espera tu propia vida
cuando crees que él debería estar escuchando? ¿Puedes oír cómo le hablas a Paul
cuando crees que debería escucharte?` Tras haber reflexionado sobre estas
inversiones, continúa haciendo una indagación típica con la siguiente
afirmación del punto 1 de la Hoja de Trabajo de ejemplo -Estoy enfadada con
él porque no me valora-, y después haz lo mismo con el resto de las
afirmaciones que aparecen en esa hoja”.
“Juzgar a tu prójimo, luego, escribir”.
“Hacer cuatro preguntas, después, invertir”.
TU TURNO: LA HOJA DE TRABAJO
“Ahora sabes lo suficiente para tratar de
realizar The Work. En primer lugar, escribe tus pensamientos en un papel.
Todavía no ha llegado el momento de indagar con las cuatro preguntas; eso lo
haremos más adelante. Escoge una persona o una situación y escribe sobre ella
utilizando frases cortas y sencillas. Acuérdate de dirigir el dedo
acusador hacia fuera. Puedes escribir a partir de tu situación actual
o desde el punto de vista que tenías a los cinco o a los veinticinco años. Por
favor, no escribas sobre ti todavía”.
“1. ¿Quién provoca tu enfado o tu tristeza
o te decepciona? ¿Qué es lo que no te gustaba o todavía no te gusta de esta
persona?”
(Recuerda: sé duro, infantil y mezquino.) No me gusta
(estoy enfadado con, o triste o confundido por) (nombre) _________________________________porque
_______________________________________________”.
“2. ¿Cómo quieres que cambie? ¿Qué quieres
que haga?”
“Quiero que (nombre) __________________________”.
“3. ¿Qué es lo que debería o no debería
hacer, ser, pensar o sentir?”
“(Nombre)___________debería (no debería) ___________________”.
“4. ¿Necesitas algo de esa persona? ¿Qué
tiene que darte o hacer para que seas feliz?”
“(Finge que es tu cumpleaños y que puedes pedir
absolutamente todo lo que quieras. ¡Adelante!)”
Necesito que (nombre) ___________________________”.
“5. ¿Qué piensas de esa persona? Haz una
lista.
(No seas racional ni amable.) (Nombre) es ____________”.
“6. ¿Qué es lo que no quieres experimentar
nunca más con esa persona, cosa o situación?”
“No quiero nunca más o me niego a _________________”.
TU TURNO: LA INDAGACIÓN
“Una a una, somete cada afirmación de tu
«Hoja de Trabajo para juzgar a tu prójimo» a la prueba de las cuatro preguntas,
y después invierte la afirmación con la que estés trabajando. (Si necesitas
ayuda, puedes volver a consultar el ejemplo de Paul que he dado en este mismo
capítulo.)
“A lo largo de este proceso, explora la
apertura a otras posibilidades que están más allá de lo que crees saber.
Comprobarás que no hay nada más excitante que descubrir la mente desconocida.
“Es como zambullirse en el agua. Continúa
haciendo la pregunta y espera. Permite que sea la respuesta quien te encuentre.
Yo lo llamo «el corazón que recibe a la mente»: la polaridad más benévola de la
mente (el corazón) recibiendo a la polaridad que está confundida porque no ha
sido investigada. Cuando la mente pregunte sinceramente, el corazón responderá.
Quizás empieces a experimentar revelaciones sobre ti y tu mundo capaces de
transformar tu vida entera, para siempre. Observa la primera afirmación que has
escrito en el punto 1 de tu Hoja de Trabajo. Ahora, hazte las siguientes
preguntas”:
1. ¿ES ESO VERDAD?
“Para mí, la realidad es lo que es verdad.
La verdad es cualquier cosa que está delante de ti, cualquier cosa que
realmente está sucediendo. Te guste o no, ahora está lloviendo. «No debería
estar lloviendo» es simplemente un pensamiento”.
“En realidad, el «debería» y el «no
debería» no existen. Son sólo pensamientos que imponemos a la realidad. Sin los
«debería» y «no debería», podemos ver la realidad tal como es, y esto nos hace
libres para actuar de una manera efectiva, lúcida y sensata. Tómate el tiempo
que necesites. The Work consiste en descubrir lo que es verdad en lo más
profundo de tu interior. Ahora estás escuchando tus respuestas, no las de otras
personas ni tampoco cualquier otra cosa que hayan podido enseñarte. Esto puede
resultar muy perturbador, porque estás entrando en lo desconocido”.
“A medida que continúes sumergiéndote más
profundamente, permite que la verdad que está en tu interior salga a la
superficie a fin de responder a la pregunta. Sé amable mientras llevas a cabo
tu indagación. Permite que la experiencia te embargue completamente”.
2. ¿TIENES LA ABSOLUTA CERTEZA DE QUE ESO
ES VERDAD?
“Si la respuesta a la primera pregunta es
sí, pregúntate: «¿Tengo la absoluta certeza de que eso es verdad?». En muchos
casos, la afirmación sólo parece ser verdad. Claro que lo parece. Tus conceptos
se basan en una vida entera de creencias que no has investigado”.
“Tras despertarme a la realidad en el año
1986, en muchas ocasiones advertí que la gente, en las conversaciones, los
medios de comunicación y los libros hacía afirmaciones como estas: «En el mundo
no hay suficiente comprensión», «Hay demasiada violencia», «Deberíamos amarnos
más los unos a los otros». Son historias que yo también solía creer. Parecían
ser afirmaciones sensibles, amables y humanitarias pero cuando las escuchaba,
advertía que creer en ellas me provocaba tensión y me impedía sentirme sosegada
interiormente”.
“Por ejemplo, cuando escuchaba la historia:
«La gente debería ser más afectuosa», surgían en mí las preguntas: «¿Tengo la
absoluta certeza de que eso es verdad? ¿Puedo realmente saber por mí misma, en
mi interior, que la gente debería ser más afectuosa? Aun cuando el mundo entero
me diga que así debería ser, ¿es realmente verdad?». Y para mi sorpresa, cuando
escuché mi voz interior, vi que el mundo es lo que es, nada más y nada menos.
En lo referente a la realidad, no hay ningún «debería ser». Sólo hay lo que es,
de la manera que es y en este mismo momento. La verdad es anterior a cualquier
historia. Y cualquier historia, antes de la investigación, nos impide ver lo
que es verdad. Finalmente, podía indagar sobre cualquier historia
potencialmente incómoda”:
“«¿Tengo la absoluta certeza de que eso es
verdad?». Y la respuesta, como la pregunta, constituía una experiencia: No. Permanecía
aferrada a esa respuesta: solitaria, tranquila, libre. ¿Cómo no iba a ser la
respuesta correcta? Toda la gente que conocía y todos los libros decían que la
respuesta debería ser sí, pero yo llegué a comprender que la verdad no puede
ser dictada por nadie, porque tiene una existencia propia. En presencia de ese
no interior, comprendí que el mundo es siempre como debe ser, me opusiese a él
o no. Y llegué a aceptar la realidad con todo mi corazón. Amo el mundo, sin
condiciones.
“Si tu respuesta continúa siendo sí, bien.
Si piensas que tienes la absoluta certeza de que eso es verdad, lo adecuado es
pasar a la tercera pregunta”.
3. ¿CÓMO REACCIONAS CUANDO TIENES ESE
PENSAMIENTO?
“Con esta pregunta empezamos a advertir la causa y el
efecto interiores. Te das cuenta de que, cuando crees en el pensamiento,
experimentas una sensación incómoda, una perturbación cuya intensidad puede
variar desde un tenue malestar hasta el miedo o incluso el pánico. Después de
que las cuatro preguntas me descubriesen, reparaba en pensamientos como: «La
gente debería ser más afectuosa» y observaba que me provocaban un sentimiento
de desasosiego. Me daba cuenta de que, antes del pensamiento, sentía paz. Mi
mente estaba tranquila y serena. Así era yo sin mi historia. Entonces, en la quietud
de la conciencia, empecé a observar los sentimientos que provenían de mi apego
a ese pensamiento. Y en esa quietud pude ver que el resultado de creer en ese
pensamiento era un sentimiento de desasosiego y tristeza. Cuando me pregunté:
«¿Cómo reacciono cuando tengo ese pensamiento, cuando creo que la gente debería
ser más afectuosa?», comprobé que no sólo experimentaba una sensación de
incomodidad (esto era obvio), sino que también reaccionaba elaborando imágenes
mentales. Para demostrarme que ese pensamiento era verdad, me iba volando un
mundo que no existía Había reaccionado viviendo en un cuerpo lleno de tensión y
viéndolo todo a través de unos ojos temerosos; era una sonámbula, alguien
sumido en una pesadilla interminable. El remedio consistía sencillamente en
investigarlo.
“Adoro la tercera pregunta. Una vez que la
respondes por ti mismo, una vez que comprendes la causa y el efecto de un
pensamiento, todo el sufrimiento empieza a desenmarañarse”.
4. ¿QUIÉN SERÍAS SIN ESE PENSAMIENTO?
“Esta es una pregunta muy poderosa.
Imagínate en presencia de la persona sobre la que has escrito cuando está
haciendo lo que tú crees que no debería hacer. Ahora cierra los ojos durante
uno o dos minutos, respira profundamente e imagina quién serías si no fueses
capaz de tener ese pensamiento. ¿De qué manera cambiaría tu vida en la misma
situación pero sin ese pensamiento? Mantén los ojos cerrados y observa a esa
persona sin tu historia. ¿Qué es lo que ves? ¿Cómo te sientes con ella sin tu
historia? ¿Cómo la prefieres: con o sin tu historia? ¿Qué resulta más amable?
¿Qué resulta más apacible? Para muchas personas, la vida sin sus historias es
literalmente inimaginable. No tienen ninguna referencia. Por esa razón, una
respuesta común a esta pregunta es: «No lo sé». Otras personas responden
diciendo: «Sería libre», «Tendría paz» o «Sería una persona más afectuosa». Tú
podrías decir: «Estaría lo bastante lúcido para comprender la situación y
actuar con eficacia»”.
“Sin nuestras historias no sólo somos
capaces de actuar con eficacia y sin miedo, sino que también nos convertimos en
un amigo que sabe escuchar. Somos personas que viven felizmente su vida. La
apreciación y la gratitud se han convertido para nosotros en algo tan natural
como respirar. La felicidad es el estado natural de alguien que sabe que no hay
nada que saber y que ya tiene todo lo que necesita aquí y ahora”.
HAZ LA INVERSIÓN
“Con este propósito, escribe de nuevo tu
afirmación. En primer lugar, escríbela como si la hubieses escrito sobre ti.
Donde has puesto el nombre de la persona sobre la que estás hablando, pon el
tuyo. En lugar de «él» o «ella», escribe «yo». Por ejemplo: «Paul debería ser
amable conmigo» se convierte en: «Yo debería ser amable conmigo misma» y «Yo
debería ser amable con Paul». Otro tipo de inversión es la de 180 grados. Con
ella conseguimos el extremo opuesto: «Paul no debería ser amable conmigo». No
debería serlo porque no lo es (en mi opinión). No es una cuestión de moralidad,
sino que sencillamente es verdad. Quizá llegues a descubrir tres, cuatro o
incluso más inversiones posibles para una sola afirmación. O tal vez sólo haya
una que sea verdadera para ti”.
“Considera si la afirmación invertida es
tan verdadera como (o incluso más verdadera que) la original. Por ejemplo, la
inversión «Yo debería ser amable conmigo misma» parece tan verdadera como (o
más verdadera que) la afirmación original, porque cuando pienso que Paul
debería ser amable conmigo, me enfado y me lleno de resentimiento, y de este
modo, me provoco mucha tensión nerviosa. Esto no es ser amable con uno mismo.
Si fuese amable conmigo misma, no tendría que estar esperando la amabilidad de
los demás. «Yo debería ser amable con Paul»: esta inversión también es, al
menos, tan verdadera como la afirmación original. Cuando pienso que Paul
debería ser amable conmigo y me enfado y me lleno de resentimiento, lo trato
secamente, en especial en mi mente. Mejor empezar por mí misma y actuar como me
gustaría que actuase Paul. En cuanto a «Paul no debería ser amable conmigo»,
eso es, con toda seguridad, más cierto que lo opuesto. No debería ser amable
porque no lo es. Esa es la realidad”.
La inversión es una parte de The Work muy
poderosa. Mientras pienses que la causa de tu problema está «ahí fuera» -
mientras pienses que cualquier persona o cualquier cosa es la responsable de tu
sufrimiento-, la situación es irremediable. Significa que te sitúas para
siempre en el papel de víctima, que estás sufriendo en el paraíso. De modo que
empieza a llevar la verdad a casa y a liberarte. La indagación combinada con la
inversión es el camino más rápido para llegar a comprendernos a nosotros mismos”.
LA INVERSIÓN PARA LA AFIRMACIÓN DEL PUNTO 6
“Esta inversión Hoja de Trabajo es un poco
distinta a las demás. Substituimos «No quiero... nunca más...» por «Estoy
dispuesto a„.» y «Estoy deseoso de...». Por ejemplo, «No quiero discutir nunca
más con Paul», al invertirse queda así: «Estoy dispuesta a discutir con Paul de
nuevo» y «Estoy deseosa de discutir con Paul de nuevo»”.
“El objeto de esta inversión es el de
aceptar toda la vida. Decir y querer decir: «Estoy dispuesto a...» da lugar a
la apertura, la creatividad y la flexibilidad. Cualquier resistencia que puedas
haber sentido se suaviza y esto te permite iluminarte, en lugar de
seguir aplicando desesperadamente la fuerza de voluntad, o la mera fuerza, para
erradicar esa situación de tu vida. Decir y querer decir: «Estoy deseoso de... »
es una manera de abrirte activamente a lo que la vida despliega ante ti.
“Es bueno reconocer que los mismos
sentimientos o la misma situación pueden suceder de nuevo, aunque sólo sea en
tus pensamientos. Cuando comprendes que el sufrimiento y el malestar son la
llamada para iniciar la indagación, probablemente empieces a esperar con
ilusión los sentimientos molestos. Tal vez incluso los consideres amigos que
vienen a enseñarte que todavía no has investigado el camino con la suficiente
meticulosidad. Ya no es necesario esperar a que la gente o las situaciones
cambien a fin de experimentar la paz y la armonía. The Work es la manera más
directa de orquestar tu propia felicidad”.
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
P. Me cuesta trabajo escribir acerca de
otros. ¿Puedo escribir acerca de mí mismo?
R. “Si quieres conocerte, sugiero que
escribas acerca de otra persona. Enfoca The Work hacia fuera al principio, y
quizá llegues a ver que todo lo de allá fuera es un reflejo directo de tu
propio pensamiento. Todo se trata de ti. La mayoría de nosotros hemos estados
apuntando nuestra crítica y nuestros juicios hacia nosotros mismos durante
años, y no hemos solucionado nada con ello. Juzgar a otra persona, hacer las
preguntas, e invertir la aseveración es el camino más corto a la comprensión y
la autorrealización”.
P: ¿Cómo puedes decir que la realidad es
buena? ¿Qué hay de las guerras, las violaciones, la pobreza, la violencia y el
abuso sexual y el maltrato de los niños? ¿Los toleras?
R: “¿Cómo podría tolerar todo eso?
Sencillamente advierto que si creo que no debería existir, sufro. Esas cosas
existen hasta que dejen de hacerlo. ¿Puedo poner fin a mi guerra interior?
¿Puedo dejar de violarme a mí misma y violar a los demás con pensamientos
abusivos? Si no soy capaz de hacerlo, continúo en mí misma precisamente lo que
quiero acabar en el mundo. Comienzo poniendo fin a mi propio sufrimiento, mi
propia guerra. Es el trabajo de una vida”.
P: Entonces, lo que dices es que debo
aceptar la realidad tal como es y no luchar con ésta. ¿Estoy en lo correcto?
R: “The Work no determina lo que alguien
debe o no debe hacer. Sencillamente preguntamos: ¿Cómo afecta tu vida luchar
contra la realidad? ¿Cómo se siente? Este Trabajo explora la causa y el efecto
del apego a pensamientos dolorosos, y mediante esa investigación encontramos
nuestra libertad. Sencillamente dictaminar que no debemos luchar contra la
realidad sólo agrega otra “historia”, otra filosofía o religión a la realidad.
Nunca ha funcionado”.
P: Parece que aceptar siempre la realidad
sea como no querer nunca nada. ¿No es más interesante querer cosas?
R: “Mi experiencia es que yo siempre quiero
algo. ¡No sólo es interesante, es extático! Los que quiero es lo que es. Lo que
amo es lo que ya tengo. Cuando quiero lo que tengo, no hay separación entre el
pensamiento y la acción; se mueven juntos sin conflictos. Siempre que
experimentes alguna carencia, escribe tu pensamiento e indaga. En mi opinión,
la vida nunca se queda corta y no requiere un futuro. Todo lo que necesito se
me proporciona siempre y no tengo que hacer nada para conseguirlo. No hay nada
más estimulante que amar lo que es”.
P: Supón que no tengo un problema con las
personas. ¿Puedo escribir acerca de cosas tales como mi cuerpo?
R: “Sí. Haz The Work sobre cualquier área
de tu vida que produce estrés. A medida que te familiarices con las cuatro
preguntas y la inversión, puedes escoger temas como el cuerpo, la enfermedad,
la profesión o hasta Dios. Luego, experimenta usando la frase “mi pensamiento”
en vez del tema cuando hagas las inversiones.
“Ejemplo: “Mi cuerpo debería ser fuerte y saludable” “ Mi
pensamiento debería ser fuerte y saludable” ¿No es lo que verdaderamente
quieres? ¿Una mente balanceada y saludable? ¿Alguna vez el cuerpo enfermo ha
sido el problema? O ¿son tus pensamientos acerca del cuerpo enfermo los que
causan el problema y el estrés? Investiga. Deja que el médico se ocupe de tu
cuerpo, mientras tú te ocupas de tu pensamiento. Tengo un amigo que no puede
mover su cuerpo y ama su vida. La libertad no requiere de un cuerpo sano.
Libera tu mente”.
P: ¿Cómo puedo aprender a perdonar a
alguien que me hizo mucho daño?
R: “Juzga a tu enemigo, escribe tus
afirmaciones, hazte las cuatro preguntas e invierte las afirmaciones. Comprueba
por ti mismo que el perdón significa descubrir que lo que creíste que había
sucedido no sucedió. Si no ves que no hay nada que perdonar, es que realmente
no has perdonado. Nadie ha herido nunca a nadie. Nadie ha hecho nunca nada
terrible. No hay nada terrible salvo tus pensamientos no investigados sobre lo
que ocurrió. De modo que, siempre que sufras, indaga, examina los pensamientos
que estás teniendo y libérate. Sé un niño. Empieza por la mente que todo lo
desconoce. Lleva esa ignorancia hasta la libertad”.
P: ¿Es la indagación un proceso de
pensamiento? Y si no es eso, ¿qué es?
R: “La indagación parece ser un proceso de
pensamiento, pero, en realidad, es un medio para deshacer pensamientos.
Cuando comprendemos que, de todos modos, no somos nosotros quienes los
pensamos, los pensamientos pierden su poder sobre nosotros. Los pensamientos
sencillamente aparecen en nuestra mente. No son personales. A través de The
Work, en vez de evadir o reprimir los pensamientos, aprendemos a recibirlos con
los brazos abiertos”.
Byron Kathleen Reid, una empresaria y madre que
vive en el alto desierto del sur de California, sufrió una severa depresión
después de cumplir los treinta años. Durante un periodo de diez años, su
depresión se agudizó y Katie (como le dicen) se pasó cerca de dos años casi
incapaz de salir de su cama y obsesionada con la idea del suicidio. De repente
una mañana, desde las profundidades de la desesperación, experimentó una
revelación que cambió su vida. Katie percibió que cuando pensaba que algo
debería ser diferente de cómo era (“Mi marido debería quererme más,” “Mis hijos
deberían apreciarme,”) ella sufría, y que cuando no creía en
estos pensamientos, se sentía en paz. Comprendió que lo que causaba su
depresión no era el mundo alrededor suyo, sino las creencias que ella tenía
respecto a ese mundo. En un repentino despertar interior, Katie vio que nuestro
esfuerzo por encontrar la felicidad estaba enrevesado: en vez de intentar
cambiar el mundo para ajustarlo a nuestros pensamientos de cómo “debería” ser,
podemos cuestionar estos pensamientos y, mediante el encuentro con la realidad
como es, experimentar una libertad y un gozo inimaginables. Katie desarrolló un
método sencillo y sin embargo poderoso de indagación, llamado The Work, que
rendía practicable esta transformación. Como resultado, una mujer deprimida y
con tendencias suicidas se llenó de amor por todo lo que la vida le aporta.
Esta revelación de Katie coincide con las últimas
investigaciones de la psicología cognitiva, y The Work se ha comparado al
diálogo socrático, las enseñanzas budistas y los programas de doce pasos. Sin
embargo, Katie desarrolló su propio método sin conocimiento alguno de religión
ni psicología. The Work se basa totalmente en la experiencia directa de una
mujer respecto a cómo se crea el sufrimiento y cómo se le pone fin. Es
asombrosamente sencillo, accesible a personas de todas las edades y
procedencias, y no requiere más que pluma, papel y una mente abierta. Katie
comprendió desde un principio que aportar a las personas sus respuestas o
percepciones era de poco valor; en vez de eso, les ofrece un proceso mediante
el cual las personas pueden encontrar sus propias respuestas.
Las primeras personas que se sometieron a The Work
reportaron que había transformado su vida, y al poco tiempo Katie comenzó a
recibir invitaciones para enseñar este proceso al público en general. Desde
1986 ha presentado The Work ante cientos de miles de personas en más de treinta
países alrededor del mundo. Además de eventos públicos, ha presentado su
Trabajo a corporaciones, universidades, escuelas, iglesias, prisiones y
hospitales. El gozo y sentido de humor de Katie inmediatamente desarman a la
gente, y las revelaciones profundas y los descubrimientos que experimentan los
participantes redundan en eventos emocionantes (siempre se proveen pañuelos
desechables).
Desde 1998, Katie ha dirigido La Escuela para The Work,
un currículo de nueve días de ejercicios que se ofrece varias veces al año en
diferentes localidades. La Escuela está aprobada como proveedor de créditos
para unidades de educación continuada, y muchos psicólogos, consejeros, y
terapeutas reportan que The Work se ha integrado como parte importante de sus
prácticas. Katie también dirige una Limpia Mental de Año Nuevo: un programa de
cinco días de cuestionamiento continuo que tiene lugar al sur de California al
final de diciembre, y ofrece intensivos de fin de semana o “mini-escuelas” en
ciudades principales. También existen cintas de audio y video de Katie
facilitando The Work sobre una amplia gama de temas (sexo, dinero, el cuerpo,
la crianza de los hijos) que están a la disposición de quien quiera tanto en
sus eventos como en su página web.
En marzo de 2002, Crown Harmony (traducción, editorial
Urano, 2002) publicó el primer libro de Katie, Amar lo Que es:: cuatro
preguntas que pueden cambiar tu vida, cuyo co-autor, Stephen Mitchell es un
reconocido autor y traductor. Amar lo que es ya ha sido
traducido a 16 idiomas.
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Publicado en:
http://www.oshogulaab.com/BYRONKATIE/BYRONKATIE-AMARLOQUEES.html
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Otras ideas de vida en:
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