ESTADOS DE CONSCIENCIA
Gangaji*
Silver Bay, New York ~ Retiro - September 25, 2003:
Pregunta: Gangaji, tengo una pregunta.
Gangaji: También tienes la respuesta, así es que,
¿por qué no das la respuesta primero y luego haces la pregunta?
P: Sí
G: O, puedes dar la respuesta y podríamos adivinar
la pregunta.
P: La respuesta es: sí.
G: Oh, excelente.
P: La pregunta es, ¿hay alguna vez un momento en el
que la consciencia ya no está ensombrecida por la emoción?
G: En realidad, todo el tiempo. Todo el tiempo. Lo
que sucede es que la consciencia individual, que es un rayo de la consciencia
universal, se ata con un lazo de drama emocional. Pero si la mente individual
se para e investiga en algún punto de ese lazo, entonces cualquiera que sea la
emoción, hay una claridad instantánea. Cada emoción es un vehículo. Cada
momento de cada emoción es un vehículo. La consciencia no está ensombrecida por
nada. Nunca.
P: Sí.
G: Nunca. Hablamos de consciencia, pero a menudo de lo que estamos hablando es de un estado de consciencia. Se le llama consciencia plena, o ecuanimidad, o samadhi, o claridad. Esos son estados de consciencia. Y también tenemos lo que llamamos los estados negativos: confusión, ansiedad, falta de ecuanimidad, negatividad. Estos son también estados de consciencia. No puedes tener ninguno de esos estados sin consciencia. No es lógico. Esto es muy lógico. También puedes tener consciencia sin ningún estado.
No necesitas ningún estado para la
consciencia, como algunas personas han descubierto aquí. Puede haber un momento
en el que nada sucede, en el que sólo hay consciencia: como dijiste, “no árboles,
no yo”. Sólo hay consciencia y entonces reaparecen los árboles. ¿Desparece la
conciencia? Bueno, ¿cómo supiste que estaban ahí los árboles, si la consciencia
desapareció? ¿Cómo supiste que no había árboles si la consciencia
desapareció cuando no había árboles?
Lo que sucede, como resultado del
condicionamiento espiritual, es que aprendemos a equiparar un estado elevado
con la verdad de la consciencia, en vez de reconocer que la consciencia está
presente en todos los estados. La consciencia es omnipresente. La consciencia
es Dios. Siempre está aquí, omnisciente. La consciencia lo conoce todo. Eso no
significa que es “algo” poderoso que sabe lo que estás pensando y
si has parpadeado o no. Significa que todo lo que ocurre o no,
ocurre en la presencia de la consciencia.
El cambio que puede darse en la
consciencia individual ocurre cuando reconoces que estás aquí, a
pesar de la emoción o el estado. Las emociones son como el tiempo. Así, el
viento se levantó esta mañana y había capas blancas en el lago, y luego llegó
la lluvia. Pero aquí estás. Tú no cambiaste. La vida no cambió. La consciencia
individual se sumerge más y más profundamente en su fuente. No estoy diciendo
que tengas que “quedarte en la fuente”, porque no puedes estar separada de la
fuente. Si intentas “quedarte en la fuente”, entonces todavía hay una creencia
latente de que “si no me quedo aquí, no seré consciente.” Esto es fluido, ser
sin esfuerzo.
La identificación con estados
particulares de consciencia quizás forme parte del organismo, o de la
evolución, pero es una fuente de sufrimiento porque hay identificación como un
sufridor. El sufridor es una imagen que aparece en la
consciencia, se identifica como “yo” y está asociado con el cuerpo
físico. Pero siempre hay consciencia, consciencia del sufrimiento, del que
sufre, consciencia de la identificación y , aún así, consciencia libre de eso.
El misterio es cómo llega a ser pasada por alto. Pero no tienes que resolver
ese misterio. Simplemente deja de ignorarla. Sólo di la verdad.
Conocí maestros espirituales y me
dijeron que ellos siempre habían estado despiertos. Y yo les decía, “bueno, ese
no es mi caso. No estoy despierta. Nunca he estado despierta. Quiero estar
despierta.” Tenía en mi mente alguna idea de lo que es “despierta”. Pero
luego, para despertar en un instante, tuve a mi maestro que me señaló y me retó
para descubrir: “Oh, ¿eso? Oh, eso siempre ha estado aquí. Siempre ha estado
aquí.” Pero porque siempre había estado aquí, y porque asociaba el
“yo” con el sufrimiento, me imaginaba que no merecía la pena. “No puede ser
eso. No eso. Dame eso.” Y así buscaba eso, y
encontré eso en mi maestro, que me llevó de vuelta a eso. Y es
el mismo “eso“.
Así es que “sí”, es la respuesta
correcta. La consciencia está siempre aquí. La consciencia es siempre libre. La
consciencia nunca está obstruida. ¿Está la mente siempre sin obstrucción? No.
Hay momentos de claridad en la mente, y hay momentos de oscuridad. Pero tanto
para que la claridad como la oscuridad estén presentes, debe haber consciencia
consciente de la claridad, consciencia consciente de la oscuridad. Y está libre
de ambas. Libre de claridad y no limitada por la claridad.
Publicado en:
http://www.gangaji.es/Lecturas_de_Gangaji.html
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*Gangaji
Gangaji, cuyo nombre original era Merle Antoinette
(Toni) Robertson, nació en Texas en 1942, pasando su infancia y parte de su
juventud en el estado de Mississippi (EE.UU.). Después de graduarse en la
Universidad de Mississippi en 1964, se casó y tuvo una hija. En 1972 se
trasladó a San Francisco, donde empezó a explorar los niveles más profundos de
su ser.
Como muchos de sus contemporáneos, buscó la
satisfacción y la plenitud en las relaciones, en su carrera profesional, en la
maternidad, en el activismo político y en la práctica espiritual.
En su búsqueda de la verdad tomó el voto del Bodhisattva,
practicó meditación Zen y Vipassana, y ayudó a
dirigir un centro de meditación budista y trabajó también como acupuntora.
Sus éxitos profesionales, personales y políticos no
lograron eliminar el vacío interior que sentía, un profundo y persistente
anhelo de realización. La respuesta a su petición de ayuda le llegó
inesperadamente en 1990, junto al río Ganges, en la India. Allí encontró a
quien sería su maestro, Sri Poonjaji (H.W.L. Poonja), un
discípulo de Sri Ramana Maharshi. En ese encuentro con su maestro, a quien
amorosamente llama Papaji, descubrió la verdadera plenitud que había estado
buscando toda su vida. Él le mostró la forma de reconocer a su verdadero Ser.
"El extraordinario evento en esta vida fue
encontrar a Papaji. Hasta entonces había estado buscando lo trascendental o lo
extraordinario por todos lados, pero después de encontrarme con Papaji, empecé
a buscar lo extraordinario en cualquier momento".
Actualmente Gangaji viaja
continuamente por todo el mundo dando charlas en las que comparte con sus
oyentes su directa experiencia del mensaje esencial que recibió de Papaji. A
través de la autoindagación, tal como la enseñaron Ramana Maharshi y Papaji,
ella muestra el camino de la libertad a cuantos quieran oírla.
Publicado en:
http://www.advaitainfo.com/maestros/gangaji.html
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