lunes, 18 de marzo de 2024

Necesitados de otros: parejas disparejas.


                                                 Sculpture Seated Youth. Wilhelm Lehmbruck at Stadel Museum in Frankfurt, Germany.

NECESITADOS

Hugo Betancur

 

No nos es posible manifestar amor hacia otros desde una mentalidad de “necesitados” o de “buscadores” de amor. Con esas expectativas tal vez logremos establecer relaciones con seres humanos que tengan una fijación parecida -y ese nexo conformado tendrá características de intercambio, o de provisión mutua, o de parasitismo, condicionadas a la satisfacción o al cumplimiento de los requisitos comunes.

Expresamos el amor si lo hemos descubierto en nosotros, y solo desde una condición de integridad -sentirnos completos.

Cuando nos atenemos a la creencia de buscar o ansiar encontrar una pareja que nos complemente, que nos aporte lo que nos falta, nos plantamos en una posición de desposeídos o de incompletos y solo podremos obtener nuestros proveedores o dispensadores de aquello de lo que carecemos -cuidados y acompañamiento, asistencia o funcionalidad sexual, asistencia económica, improvisación de relaciones con decorado romántico  -y talvez esos abastecedores sean muy inestables e insuficientes.

[Retomo la imagen de las piezas troqueladas en cartón de un puzle, que debemos colocar en una posición predeterminada por los fabricantes, encajando los extremos salientes en las bahías o entrantes correspondientes hasta armar el conjunto completo que nos muestre las imágenes impresas -paisajes, ambientes, animales, personajes…-: todas las partes litografiadas son complementarias. En la sociedad humana, las partes suman y aportan sus acciones y cualidades, más como una integración que como una complementación al conjunto.]

Quien traza los objetivos de ser atendido o aprovisionado asume un papel de insolvente y debe persuadir a otros para que  sacien sus intereses, sus ambiciones, y sus carencias.

En las relaciones instituidas con el requerimiento de la resolución de necesidades no está presente el libre albedrío.

Estas relaciones artificiosas donde una parte tiene más y la otra tiene menos son dispares -y quizá obliguen a quien espera ser completado a encubrir sus objetivos utilizando  narrativas afectuosas y compensaciones forzosas desprovistas de sinceridad.

Las relaciones amorosas no son negociaciones de ganancia y retribuciones agradecidas sino proyecciones de bienestar y bondad.

Podemos definir el amor con los tres sustantivos que le son propios: servicio, comprensión y compasión.

Sin embargo, cada uno de nosotros tenemos limitaciones que nos restringen a comportamientos y actitudes disociadoras que nuestras mentes no logran vencer. En muchas ocasiones relegamos las soluciones y acrecentamos nuestras crisis.

Es probable que el amor sea solo una gracia; sin embargo, es la gracia plena que cada uno puede alcanzar y que confiere a su vida y a las de quienes le rodean la más prodigiosa realización en su destino.

Nuestra insatisfacción, nuestras infelicidad y nuestra incertidumbre pueden incentivar nuestros aprendizajes y nuestros propósitos de cambio -cada uno de nosotros puede trascenderlos  cuando nos hacemos conscientes de los procesos  de la vida y  de la potestad de reconfigurar nuestras creencias ejerciendo nuestro libre albedrío.

 

Hugo Betancur (Colombia)

_______________________________________________

 

Otras  ideas  de  vida  en:

http://ideas-de-vida.blogspot.com/

http://pazenlasmentes.blogspot.com/

http://es.scribd.com/hugo_betancur_3

 

Este  Blog:

http://hugobetancur.blogspot.com/


No hay comentarios:

Publicar un comentario